Escribo para que te lean hasta el final y no se vayan sin comprarte
Cuando comencé, mis conceptos en relación con el copywriting era seguir fórmulas de autocompletar, como si se tratara de una clase de párvulo o prejardín.
Mi discurso de ventas era robótico y falso, no era mi propia voz ni mucho menos se percibía un atisbo de personalidad en mis textos.
Eran del estilo: «Ayudo a emprendedores y emprendedoras a redactar los textos que su negocio necesita para vender más».
o esta otra: «si quieres destacar y marcar la diferencia Atrévete a seducir, conquistar y despertar un fuerte deseo de compra en tu cliente ideal con textos que destaquen la voz y personalidad de tu marca».
Lo de seducir y conquistar me suena a «llega al corazón de tus clientes», «enamora con palabras»… demasiado cursi y el copywriting es más explícito como las posiciones del Kamasutra.
El copywriting no se trata de fórmulas que te hacen sonar frio, monótono y como uno más del montón. Lo cierto, es que estas fórmulas te pueden servir para que tengas un esquema de los componentes que debes integrar en tu discurso de ventas y aún así se quedan muy cortas.
Ahora sé que el copywriting consiste en encontrar argumentos de venta a partir de la investigación exhaustiva de tu producto/servicio y de tu cliente ideal -te tienes que convertir en esa persona a la que le quieres vender- para luego, redactar un discurso en el que tu cliente deje de ver palabras y comience a construir imágenes en su cabeza y a sentir. Sentir emociones, olores, sensaciones… que recuerde.
Necesitas dar prioridad a los textos con los que ofreces tus productos y servicios por Internet
Te puedes estar preguntando el por qué tienes que darle prioridad a los textos, si la gente no lee en internet, si lo más importante es el diseño gráfico y que la web este llena de colorcitos y muñequitos.
Te equivocas, si miras la historia de la humanidad te darás cuenta que quienes han sido memorables lo son especialmente por sus discursos.
Por su capacidad de estructurar discursos que empaticen con los ideales de una sociedad en un contexto determinado.
El discurso tiene el poder de causar el efecto deseado en multitudes de personas y aquí hago lo mismo pero para persuadir únicamente a tu público objetivo.
y a todas estas ¿Quién eres?
Hasta aquí no te he contado quien soy. Pero será que, si podemos definirnos a nosotros mismos sin caer en la trampa de decir lo que estudiaste, en lo que trabajas, al partido político al que le das tu voto, la religión que profesas e incluso hasta tu identidad sexual o tu identidad de género.
¿Somos todo eso?
Estoy segura de que si, porque todo con lo que nos identificamos profundamente nos define, nos condiciona, nos forja un carácter y una perspectiva de vida.
Así que para que tengas idea de quién soy te diré a través de qué categorías sociales y políticas me defino.
Bueno, también algún hobby o un libro que haya marcado mi existencia.
Soy atea, soy feminista pero no extremista, y profeso los principios que subyacen en los Derechos Humanos.
Soy mamá, esposa sin casarme aún, pero igual esposa de un hombre que me hipnotiza con su mirada, su boca, sus piernas… en fin, mejor lo dejamos hasta aquí.
Mis libros son dos: «El poder una bestia magnifica» de Michael Foucault y «El poder del ahora» de Eckhart Tolle. Dos biblias -poderosas- de lectura obligada.
Mi hobby: hacer deporte todos los días por lo menos durante dos horas a primera hora de la mañana, o sea tipo 6:30 am.
Y bueno, comenzamos un nuevo año y sigo consiguiendo que personas como tú se enciendan a fuego en las mentes de sus clientes potenciales.