Fin de semana erótico/pornográfico a partir de 3 palabras. Y 3 preguntas que tienes que generar en tus posibles clientes para que te lean y te compren a través de tus textos online

Fin de semana erótico/pornográfico a partir de 3 palabras. Y 3 preguntas que tienes que generar en tus posibles clientes para que te lean y te compren a través de tus textos online

Seré breve.

El sábado tuve una conversación. Mencioné 3 palabras:

Envergadura

Compenetración.

Abrumada.

Las dije en ese orden. La primera la mencione con la intención de causar ese doble sentido. Sabía que mi interlocutor no la iba a pasar desapercibida:

–Raissa te has dado cuenta de lo que acabas de decir. El subconsciente te delata –comentó mi interlocutor una vez escuchó la palabra envergadura.

–Ella esta abrumada con semejante envergadura –agregó quien estaba también al otro lado del teléfono escuchando la conversación.

En vista de que conseguí mi objetivo les aclaré que esa primera palabra enver- ga –dura, la había dicho con esa intención de resonar en sus cabezas y desviarlos hacia el sentido erótico-sexual.

Lo de abrumada si fue cosa de uno de ellos aludiendo a un chiste que confunde la palaba abrumada con la expresión abru ma las patas.

Lo de compenetración si fue de forma inconsciente, obedecía a la com-pene-tración que tiene que caracterizar a un equipo que forma parte de una misma organización.

Ya sabes, lo de sinergias productivas y cultura organizacional y de marca.

Hasta aquí lo de las 3 palabras, luego…

Al día siguiente, cayendo la noche me fui a ver con dos amigas del colegio que no veía desde hace más de un año.

Ellas y yo sumamos 3. Las 3 amigas

hablando de esto y aquello, terminamos discutiendo sobre el sabor del semen, sobre en ese instante en que te lo tragas y pasa por tu tráquea mientras tus ojos miran fijamente los de tu chico… o chica.

Luego, lo besas o sales corriendo y te lavas la boca en el lavamanos si es que antes no haces cara de actriz porno y te colocas el dedo índice en tu lengua sucia de semen para hacer aquel recorrido de tu boca hasta la mitad de tus tetas –como se nota que el porno barato estuvo presente varios años de mi existencia o bueno también son escenas de reguetón barato–.

Lo anterior se fue dando en medio de risas y sorbos colosales de Gin Tonic.

El debate en sí consistía en entender por qué el semen sabe a cloro o a aceite de oliva.

“¿Obedece a la dieta o a la posición geográfica?”

Resultó muy interesante porque quienes degustamos semen colombiano coincidimos en que sabía a cloro y la suiza, dueña de la teoría, también coincidió y además, aseguró que los de España le sabían a dieta mediterránea:

“Disculpa, no te muevas, es que estoy en una investigación empírica en la que tengo que catar el semen de varios chicos y entender porque los de España saben a aceite de oliva y los de Colombia a lejía”.

Intentamos entender el asco que sienten los chicos hacia su propio fluido lechoso y cremoso y sobre la utópica idea de montar una pandilla –ya sabes lo que dicen; “que soñar es gratis”, y también, lo de imaginar y escribir– que hace felaciones y luego les escupe su propio semen en la cara.

Bastante al estilo de la película “follame”, prohibida en Francia porque se trataba de que las mujeres violaban a los hombres.

Hablamos sobre la cultura que te enseña cómo no sentirle asco al semen, aunque parezca un moco rancio que llevaba décadas esperando conocer el mundo exterior.

Hablamos también sobre la menstruación y lo injusto que termina siendo el sistema al no promover la anticoncepción masculina más allá del preservativo, siendo ellos portadores de miles de espermatozoides habidos de fecundar todos los días del año.

Al respecto una de las presentes comentó:

“Un mismo man (tío) puede preñarnos a las tres en la misma noche. Mientras que aquí cada una tendrá un bebe cada nueve meses y ellos seguirán dándole que te pego”.

Hablamos de lo desagradable que nos parece el coño y de lo difícil que sería tener uno enfrente. Todas coincidimos en eso:

“Yo no me imagino abriendo labios mayores y menores”.

Así que el falo, su forma, su erección, su tamaño, su glande, su cabeza… terminaron por suscitar nuestro derecho al placer.

Tengo que agregar que también lamentamos que, por allá a los 70 años, al pene le cueste esparcir felicidad -O sea, permanecer erecto, aunque produzcan pornografía con pollas flácidas-.

Desde ahora les digo a todos: “sentido pésame”.

Mi amiga, por su parte comentó:

“De algo tienen que sufrir y con la próstata también”.

Claro, como nosotras sufrimos de cólicos, de flujos, de una flora basta y contundente, nos inyectamos más hormonas que un pollo en proceso de engorde, la menopausia, no nos embarazamos con facilidad si no que hay que tener en cuenta el ritmo, el flujo, la temperatura…

Tantas cosas y ustedes al parecer solo dejan de despertarse erectos a partir de los 70.

No obstante, esta conversación nos orientó hacia dos caminos:

Llegar a casa y degustar una vez más el semen disponible para seguir en la tarea de corroborar la teoría. O terminar en una especie de amor/odio hacia los hombres.

PD: si te fijas este fin de semana parece una película con un guion cuya secuencia narrativa está orientada a esa temática tipo serie inglesa bien sucia. Pero no. Resulta que la vida misma ya es suficientemente creativa.

Las preguntas de 3 palabras que tienen que generar tus textos en la mente de tu lector cliente para que te lean y te compren

Supongo que si has aterrizado en este blog o por algún motivo me estás leyendo es porque te interesa el mundo del marketing digital y del copy.

-aunque esto parezca más un blog sobre sexo, pero bueno, ese tema ya le interesa a casi todo el mundo-

Así que doy por hecho que has tenido que leer y escuchar en centenares de cursos en los que te reiteran que suscitar curiosidad es clave para atrapar la atención de tu lector-cliente.

Pero ¿por qué?

Si algo me gusta es indagar en el por qué somos como somos y pensamos como la hacemos. Sobre todo, si me detengo a pensar en las ideologías que motivan y condicionan mi pensamiento y el de la mayoría podría acabar con el café del mundo entero sólo indagando e investigando.

Lo de la curiosidad no va de ideologías si no de un efecto psicológico que surge en nosotros, en el cuerpo y en el cerebro una vez leemos algo que a la primera nos interesa, pero no nos da toda la información de inmediato.

Por ejemplo, mira estos asuntos de correos electrónicos:

  • Algo que no todos tenemos claro para cerrar ventas.
  • El método de tres pasos para captar clientes todos los días con Facebook ADS.
  • Experimento social que necesitas conocer para no embarrarla desde la primera cita.
  • Seguro estas fallando en esto cuando segmentas a tu público en Facebook y por eso pierdes plata a diario en tu publicidad.
  • Cómo este producto para perros te puede servir como guía para vender en tu página de ventas.
  • Lo que el padre del psicoanálisis enseña sobre el poder del discurso.

Estos asuntos generan por lo menos alguna de estas tres preguntas en tus posibles clientes.

  • ¿Y ahora qué?
  • ¿Qué pasará después?
  • ¿Cómo terminará esto?

Son esas mismas preguntas las que te mantienen enganchado con una película de NetFlix o una de esas series de 5 mil capítulos que te dejan trastornado con un final lamentable.

Lo que te mantienen en vigilia y expectante con esas series es que entre capitulo y capitulo no pierdes la esperanza de responder a la pregunta ¿cómo acabará?

El deseo de darle respuestas a esas preguntas mantiene despierto tu interés.

Y lo mismo tienes que conseguir cuando envías un correo masivo, cuando redactas anuncios para tus campañas publicitaria en Facebook Ads…

¿Qué es la curiosidad?

La curiosidad es la necesidad intelectual de responder preguntas.

Es la predisposición al pensamiento; de forma cotidiana, ha sido caracterizada como el “deseo de saber” más acerca de algo o alguien.

La curiosidad puede ser entendida como un proceso cognitivo que, en un momento inicial, se muestra como un impulso natural de la persona por interactuar con su entorno, por cuestionarse frente a él y por explorarlo.

Ha sido definida como una energía que impulsa a la búsqueda por el placer del conocimiento o del disfrute de los estímulos.

El docente investigador Charlesworth (1964) apoya esta idea, afirmando que los factores que intervienen en la estimulación del comportamiento curioso, en tanto conducta exploratoria, son: la novedad, de la cual hacen parte los estímulos no familiares para la persona, y la sorpresa, entendida como una incongruencia entre un evento esperado por la persona y el hecho de que éste se materialice de manera diferente.

Estas propiedades propician un conflicto cognitivo, entendido como la percepción de una alteración de lo que se tiene por conocido, familiar y comprensible.

¿Por qué la curiosidad me obliga a no perderme nada?

Ese conflicto que te comentaba más arriba también es llamado dolor y vacío porque la curiosidad ocurre cuando percibes un vacío en tu conocimiento.

Ese vacío causa dolor.

Tener las ganas de saber algo que no conoces es como tener un picor en la piel y para aliviar ese dolor necesitamos llenar ese vacío.

¿cómo?

Viéndote esa novela pésima hasta el final.

Leyendo ese correo hasta el final.

Porque no saber el final duele.

La curiosidad es el primer paso para el interés porque hay un deseo que surge en la persona por conocer.

Esta reacción de vacío conlleva un sentimiento de privación o malestar, que conduce a la búsqueda de información para llenar el vacío.

Es decir, las personas van optar por erradicar esa deficiencia o desinformación en su conocimiento por lo que va a profundizar en su búsqueda de estímulos o información para continuar cerrando sus vacíos.

Entonces:

¿cómo consigues que alguien se interese por un tema?

Señalando un vacío en su conocimiento.

Si cambias tema por producto o servicio, pues igual.

y sí llegaste hasta aquí de pronto te interesa suscribirte a mi lista con altas dosis de tips para copy y asuntos que causan mucho picor en la piel o en los ojos.

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